Joan Ribó clausura el Foro Urbano València 2030, un espacio de diálogo sobre el futuro de la ciudad en que han participado más de 1.500 personas
El alcalde de València, Joan Ribó, ha pedido un “pacto verde” para que “la transición social justa sea el elemento transversal en todas las políticas públicas y forme parte del pacto”. El alcalde, que ha participado en la conclusión del Foro Urbano València 2030 junto con los vicealcaldes, Sandra Gómez y Sergi Campillo, ha asegurado que “la innovación es un viaje colectivo y no un destino individual” y ha repasado la implicación de las distintas administraciones públicas, las universidades, los agentes sociales y la población para conseguir que València sea una de las cien ciudades climáticamente neutras en 2030.
El alcalde ha subrayado la participación de más de 1.500 personas en el proceso de debate sobre el futuro de la ciudad y ha destacado la voluntad de llevar las conclusiones del foro al Pleno municipal. En este sentido, Joan Ribó ha afirmado que “la misión climática València 2030 nos ayudará conseguir esa València deseada y soñada pero también sabemos que no iremos lejos si vamos solos. Es un proyecto de ciudad y, por eso, necesitamos liderazgos distribuidos en todos los niveles de gobierno, sectores, actividades y ámbitos de nuestra vida cotidiana”.
Ribó ha repasado el apoyo que el marco estratégico València 2030 tiene en la ciudad puesto que “31 de los 33 concejales y concejalas del Ayuntamiento han aprobado esta iniciativa”, ha destacado también el espaldarazo del gobierno estatal y autonómico en la materia y ha repasado las actividades de las universidades valencianas. Así, según el alcalde, “las universidades han asumido la misión climática de València de una forma y con un liderazgo impresionante y se han comprometido a transformar sus campus universitarios”.
Joan Ribó también ha hecho referencia al compromiso de los agentes sociales, entre ellos “100 asociaciones que representan a más de 3.000 empresas y 7.000 profesionales” y ha asegurado que “necesitamos sumar a las familias y los hogares, los colegios, las fiestas y, especialmente, las fallas, los acontecimientos deportivos, los medios de comunicación, los responsables de las grandes infraestructuras y nuestros comercios y mercados”.
El alcalde ha explicado que la misión climática València 2030 comportará que la ciudad “tenga aire más puro para respirar, menos contaminación y menos ruido, entornos más saludables, más espacios verdes de proximidad, más plazas y espacios públicos, mejor alimentación y alimentación de proximidad, ahorros económicos con una factura más barata de la luz y con la creación de puestos de trabajo orientados a la sostenibilidad y la digitalización” y ha defendido el trabajo de las oficinas municipales de la energía para “ayudar proactivamente a los comercios a transitar hacia la sostenibilidad bajando la factura de energía y a las comunidades de propietarios ofreciéndoles servicios de rehabilitación de viviendas y eficiencia energética”.
Aun así, Ribó ha añadido que “el compromiso de ciudad con la transición ecológica y la lucha contra el cambio climático es grande pero no vale hacerlo de cualquier manera”. Por eso pide un “pacto verde”, es decir, que “tenemos que llegar a un gran consenso para que las transiciones no aumentan las desigualdades sino que, bien al contrario, contribuyan a a reducirlas porque cuando una parte de la población queda excluida nos alejamos del desarrollo sostenible”. Por estos motivos, “será importante para València como luchamos contra el cambio climático y la transición social justa tiene que ser un elemento transversal en todas las políticas públicas y tiene que formar parte de ese gran pacto verde”.
En este sentido, el alcalde cree que “la transición energética debe garantizar el derecho a la energía como un elemento fundamental y debe combatir la pobreza energética” y, por eso, “las ayudas a la rehabilitación de viviendas en busca de la eficiencia y el ahorro energético deben estar vinculadas a la renta de las personas”. Igualmente, hay que “evitar la activación de los mecanismos de gentrificación que expulse a los residentes de los nuevos espacios urbanos más agradables para vivir”.
Ribó ha reivindicado el papel de las administraciones públicas “como elemento fundamental de una transición justa puesto que, desde una perspectiva progresista y contra los que piden un estrechamiento del Estado, yo creo que es necesario apostar por su fortalecimiento y transformación”.
El siglo de las ciudades
Por su parte, la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha destacado que “en las ciudades vive ya la mitad de la población mundial y podríamos decir que estamos ya en el siglo de las ciudades, lo que supone un gran reto común y compartido, un reto como sociedad y un reto de vecindad y convivencia”. La vicealcaldesa considera que “los vecinos y vecinas deben estar en el centro de las decisiones y debemos concebir la ciudad como una intersección global y cotidiana”. En este sentido, la concejala ha repasado los cambios de la ciudad en los últimos años y ha afirmado que “el urbanismo da y quita derechos y moldea formas de relación y, por eso, no podemos dejar que la fiebre rentabilizadora que hemos sufrido en otras épocas vuelva a hacerse la dueña de nuestras ciudades”. Para Gómez, “en València huimos de ese modelo y buscamos un modelo propio y que debe ser renaturalizar, reconquistar espacios destinados al coche privado y potenciar los usos para las actividades cotidianas. Sandra Gómez ha repasado los proyectos que ya están en marcha en la ciudad, entre ellos ha destacado “la finalización del antiguo cauce del río Túria, el Parque Central, el corredor verde del sur, el Parque de Desembocadura y la València de las plazas, que está llegando a todos los barrios y que se consolidará con las supermanzanas de Orriols, la Petxina o las plazas de Favara y la Malva-rosa”.
El futuro, en nuestras manos
También el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, considera que “el futuro de las próximas generaciones está en nuestras manos” y así como “a finales del franquismo, vecinos y vecinas se organizaban para luchar por un río verde y para salvar la Devesa, ahora formamos parte de los procesos que definirán la València verde y sostenible del futuro”. El vicealcalde cree que el Foro Urbano ha sido “un diálogo histórico para debatir y reflexionar nuestra ciudad” y debe impulsar “espacios de relaciones y diálogo que faciliten la cooperación y la solidaridad entre generaciones”. El concejal ha repasado los objetivos urbanos para los próximos años, entre ellos “fortalecer los barrios sin cometer los errores urbanizadores del pasado, recordar que una ciudad mediterránea no puede estar de espaldas al mar y ser una ciudad verde y no encajonada entre infraestructuras grises”. Campillo ha repasado los reconocimientos internacionales que València ha conseguido en las últimas semanas y, especialmente, que “València ha sido designada como una de las cien ciudades europeas climáticamente neutras en el 2030”, y que “València ya es oficialmente candidata a ser capital verde europea en 2024”.
Exigencia moral
En el acto de conclusión del Foro Urbano, el catedrático de Geografía Humana y comisionado para el Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira, ha impartido una conferencia magistral sobre “una ciudad mediterránea que se proyecta al futuro”. Según sus palabras, “la ciudad se tiene que observar con su historia y con el reflejo del proceso de evolución y el contexto que la condiciona, y hay que repensarla con la fusión de varias perspectivas y la colaboración de otras urbes”.
Josep Vicent Boira ha hablado, por ejemplo, “del urbanismo que –a su entender- tiene que obedecer a exigencias morales y cumplir con una justicia espacial”. “En el caso de València, los elementos geográficos de la ciudad nos dan claves de su identidad y de los elementos referentes para su reconstrucción”, ha concretado al aludir a su densidad, a l’Horta, y a su carácter metropolitano y europeo.
“Con todo, como siempre, a la hora de tomar decisiones de ciudad tenemos que pensar en las personas, que son su principal motor”, ha concluido el catedrático, que ha cerrado su intervención con una reflexión sobre el bien más grande para la población, que, muchas veces, más que una altura de sus techos precisa una exaltación del ánimo”.
Asumir riesgos
Seguidamente, en un diálogo sobre la innovación orientada a misiones y retos urbanos, el alcalde de València, Joan Ribó, ha compartido con la profesora de economía de la Innovación, University College London, y Directora del Instituto para la Innovación el Propósito Público, Mariana Mazzucato, distintas experiencias realizadas “para abordar transiciones para conseguir ciudades sostenibles, saludables, equitativas e inclusivas”.
Mariana Mazzucato, quien ha asegurado que València es un lugar excelente para experimentar y proyectar esta experiencia en el ámbito nacional y europeo, ha resaltado la importancia de las misiones, “que son claves para involucrar la ciudadanía en un proceso de transformación que tiene que devolverle este esfuerzo”. En opinión de la economista internacional, València ha sido inteligente en utilizar los fondos europeos para traducir su capacidad en proyectos innovadores e implementarlos”.
“Se trata de asumir riesgos, que en este caso vienen impulsados con herramientas de participación ciudadana y el apoyo de diferentes agentes sociales”, ha destacado al recordar que este esfuerzo también genera trabajo, y subrayar la necesidad de comprometer a la ciudadanía y a la iniciativa privada para conseguir, transversalmente, el cambio necesario por una València mejor”. “Nunca hubiéramos llegado a la luna si no hubiéramos asumido riesgos, experimentando y aprendiendo, como se hace en València”, ha finalizado.
Una ciudad valiente
La consellera de Agricultura, Emergencia Climática y Transición Ecológica, Mireia Mollà, ha felicitado a València por haber sido elegida como una de las ciudades que deberá ser climáticamente neutra en 2030 y ha deseado que sea también ciudad verde europea 2024. La consellera ha asegurado que las políticas verdes “pueden crear 10.000 puestos de trabajo solo en la ciudad de València y, además, trabajos cualificados”. Mireia Mollà ha repasado los efectos negativos del cambio climático para la población valenciana, entre ellos “que el 1% de la población se verá directamente afectada por la crecida del nivel del mar, que el verano dura 10 días más que hace una década o que València ha multiplicado por cuatro sus noches tropicales”. Mollà ha recordado que “el Mediterráneo es una de las zonas del mundo que notará de forma más virulenta los efectos del cambio climático” y ha alabado que “València sea una ciudad valiente”.
Más de 1.500 asistentes
El alcalde ha cerrado el Foro Urbano y ha repasado las cifras del encuentro, donde “han participado más de 1.500 personas, 18 periodistas y 55 ponentes” en un debate sobre la ciudad “riguroso y sereno y desde todas sus vertientes”. Joan Ribó ha cerrado diciendo que “València no tendrá un modelo viable si no apostamos por la neutralidad climática”.
Fuente: Ajuntament de València. Lee la noticia original aquí.