(Con)fluir es el nombre del proyecto ganador para el diseño del Parque de Desembocadura, que conectará el antiguo cauce del Túria con Poblats Marítims. La propuesta plantea un bosque urbano parecido al parque de la Rambleta, diversos espacios de uso ciudadano, una zona de juegos a gran escala que recrea el naufragio de Gulliver y una lámina de agua que recuerda la antigua playa de Natzaret.
Después de examinar y valorar los cinco diseños finalistas, los 12 miembros del jurado han elegido por unanimidad cuál será el que reformará la fachada marítima y prolongará el jardín del Túria hasta el mar. El alcalde ha detallado las claves de (Con)fluir, “una apuesta clara y decidida por la renaturalización y la reparación ecológica, urbana y social” de una superficie de 245.600 metros cuadrados, entre el puente de L’Assut de l’Or hasta Natzaret, que supondrá una inversión de alrededor de 35 millones de euros. El equipo seleccionado se encargará también de la redacción del proyecto y dirección facultativa de las obras de la primera fase: las 9,4 hectáreas que llegan al puerto, con un presupuesto de 16,7 millones de euros, de los que la Autoridad Portuaria aportará el 75 %, y un millón se destinará a abonar el trabajo del despacho de arquitectura.
“El parque dignificará Natzaret y el Grau, dos barrios demasiado castigados por el desarrollo industrial y de infraestructuras de espaldas a la ciudadanía”, ha manifestado Ribó. “La idea es clara”, ha remarcado, “más verde y más agua en contraposición a las infraestructuras de cemento”. Así, (Con)fluir plantea un bosque urbano que culmina en el Espai Natzaret, incluye distintas áreas para uso de la ciudadanía y un nuevo espacio de juegos: el barco del naufragio de Gulliver, “petición reclamada por el vecindario en el proceso participativo que se lanzó después de la selección de los proyectos, de gran atractivo para la población infantil y que completa la narrativa iniciada con la figura que descansa en el tramo XII del Jardín del Túria”.
Otro de los elementos destacados del futuro Parque de Desembocadura será una lámina de agua o laguna en la zona de la Revolta de Cantarranes, que recordará la antigua playa de Natzaret. Se pretende recuperar la morfología original de un río trenzado hasta el puente de Drassanes, favoreciendo la fitoreparación y previniendo inundaciones frente a lluvias intensas mediante tanques de tormenta. De esta manera, se reestructura el tramo portuario del río actualmente canalizado hacia otro totalmente naturalizado. Además, se protegerá el barrio del impacto acústico y visual que genera el recinto portuario a través de una tipología de vegetación que actuará de barrera entre ambos ámbitos.
La renaturalización del Parque de Desembocadura se hará a partir de los mapas topográficos antiguos del río Túria, intentando recrear las islas que se generaban en la parte final, y respetando la biodiversidad ligada al lecho fluvial. Asimismo, se contempla la reforma del puente de Drassanes y se recuperará el antiguo puente peatonal que unía la calle Major con Poblats Marítims, lo que permitirá conectar el núcleo histórico de Natzaret con la infraestructura verde y el resto del municipio.
Esta actuación está contemplada en la Línea de Actuación 5.2 del Programa “Regeneración del litoral e integración verde territorial” de la Estrategia Urbana de València 2030.